domingo, 26 de septiembre de 2021

BERREA DEL CIERVO

 


La Berrea es un espectáculo de la naturaleza que se da cada año al final del verano y principios del otoño, donde los ciervos machos o venados comienzan su rito de apareamiento produciendo largos y roncos bramidos para anunciar a las hembras y también a sus rivales de que están por la zona.

Cuando dos machos se encuentran se preparan para una lucha feroz donde terminan chocando sus cornamentas, esta puede durar horas y cuando uno de ellos acaba agotado se retira y deja que el vencedor recoja su premio. Éste se trata de copular con las hembras que han estado esperando a que el mejor individuo gane la pelea, pues quieren conseguir el mejor material genético para sus crías.

Sin duda la parte más espectacular del ciervo es su cornamenta, la cual renuevan cada año frotando la misma contra los árboles para retirarla antes de que llegue la berrea. Cuanta más edad tiene el ciervo, más majestuosas son sus cuernas.

El acortamiento del fotoperiodo es probablemente el factor más importante (estimula la hipófisis de las hembras activando la secreción de las hormonas estimulantes de los ovarios, lo que, a su vez, desemboca en una mayor cantidad de estrógenos, que son las hormonas que atraen a los machos), pero también influyen mucho las lluvias caídas durante el verano, es decir, la existencia de pastos y alimento abundantes.

La Sierra de la Culebra es un lugar idóneo para escuchar la berrea, basta solo con alejarse un poco de los núcleos poblacionales; aunque debes tener en cuenta que estás en plena naturaleza y el respeto hacia ella es fundamental, así que debes ser silencioso y no molestar a los animales para salvaguardar los valores patrimoniales del entorno.


domingo, 12 de septiembre de 2021

CORROS DE BRUJAS

 ¿HABÉIS OÍDO HABLAR DE LOS CORROS DE BRUJAS?

Una vieja leyenda cuenta que, con luna llena, las hadas acudían a zonas alejadas de los humanos a danzar en círculo. Esto atraía a los sapos de la zona y en donde se sentaban a contemplar el espectáculo, salía una seta. Si los sapos que se habían sentado eran venenosos, las setas que salían también lo eran.

Íntimamente  ligados al folklore popular, los ¨corros de brujas¨ o ¨anillos de hadas¨ siempre han sido considerados formaciones mágicas, fruto de la danza en círculo de hadas y duendes y que aparecían de la noche a la mañana. Incluso hoy en día en múltiples zonas rurales del norte de Europa todavía se cree que trae mala suerte pisar dentro de ellos.

No fue hasta finales del siglo XVIII cuando se descubrió que eran fruto del crecimiento circular de ciertos hongosPara entender que son estas curiosas formaciones  hay que conocer previamente como crecen los hongos. Al igual que los frutos de un árbol, las setas solo son la parte reproductiva de un organismo mucho mayor (hongo) que vive enterrado bajo tierra y que está formado por un entramado de células alargadas (micelio) mediante las cuales se extiende y alimenta. Pues bien, este micelio puede extenderse varios metros en todas direcciones formando un anillo de crecimiento de tal forma que, cuando el micelio va agotando los nutrientes que le rodean, va muriendo desde el centro hacia la periferia. Durante la alimentación y expansión del hongo se libera nitrógeno y otros nutrientes que hacen que las hierbas crezcan con más vigor sobre este, formando una banda de crecimiento más alta y de coloración más intensa.

En otros casos se producen zonas necróticas donde no crece la hierba debido al alto crecimiento miceliar que llega a impermeabilizar el suelo, agotando los nutrientes y el agua de forma que impide que la hierba crezca. Y cuando las condiciones sean propicias (temperatura y humedad adecuadas) fructificarán las setas siempre en la periferia del anillo, en la zona de crecimiento activo del hongo, haciendo más visibles los corros de brujas.

Hoy os dejamos unas fotos de un lugar que reconoceréis bien, donde se han formado estos corros de brujas. 

¡¡Nada más y nada menos que en el Castillo de Puebla de Sanabria!!! ¿¿Tendremos seres mitológicos por la Villa??





Entre las especies más conocidas formadoras de corros encontramos Marasmius oreades (ninfas, senderuelas), la cual debe su nombre a esta característica,  Lyophillum gambosum (seta de san jorge), Agaricus macrosporus y Leucopaxillus lepistoides en prados y especies del géneroClitocybe, Macrolepiota y Lepista en claros de bosque entre otras.

La especie que aparece en las fotografías es Marasmius oreades, un excelente comestible muy apreciado en Sanabria y Carballeda. Se caracteriza por su sombrero ligeramente mamelonado y margen incurvado de color café con leche claro algo más oscuro en el centro. Una característica muy identificativa de dicha especie es el pie liso y elástico que permite ser retorcido varias veces sin que se rompa; a diferencia de otras especies por la que puede ser confundida, en las que el pie se rompe con facilidad y algunas poseen anillo o parte de éste.